El día internacional de no fumar escribí en este blog mío algo sobre el tema. Me han hecho llegar varios comentarios, los cuales agradezco. Me interesó mucho el de un amigo llamado Ricardo, quien dice haber emprendido una lucha más o menos organizada contra el hábito de fumar, siente que ha tenido un éxito parcial, pero que le falta la estocada para vencer. Me conmovieron sus palabras y ahora escribo de nuevo para colaborar en esa lucha. Por eso dedico este blog de hoy a todos los Ricardos.
Necesito hacer antes una advertencia. Me molesta sobremanera asumir una posición que parece arrogante, eso que llamamos en criollo "sobrao", algo así como el tipo que se las sabe todas, el que siempre hace todo bien. No señor, nada más alejado de la realidad. Lo que pasa es que para poder decir lo que creo que sé tengo que hablar tal como veo las cosas, "claro y raspao", sin pruritos en ningún sentido. Escribo, en conclusión, cosas que creo sensatas.
Antes de dar el paso final en la lucha contra el hábito de fumar y estoy hablando de hace 44 años, es decir, desde el mismo día en que empecé a fumar en septiembre de 1963, pasaron varios años en los cuales ideé varias fórmulas. Como quiera que una vez había experimentado lo malo que era cortarlo radicalmente, entonces empecé con un programa de reducir un cigarrillo cada semana a partir de 30. La segunda semana fueron 29, la tercera 28 y así sucesivamente. Resulta que surgió una fiesta muy buena y en la que estaba una muchacha que me gustaba mucho y entre palitos y enamorarla me fumé dos cajas. !Al carajo el esfuerzo!.
Todos esos llamados "fracasos" no son tales. Son parte de la lucha. Ninguna lucha grande está libre de obstáculos. Así que, amigos Ricardos, la primera regla de oro es que la lucha contra el hábito de fumar puede ser a largo plazo, es decir, para vencer algún día. No puede uno desmayarse porque caiga varias veces. Si uno no puede dar el paso siguiente, como el que señala quien me escribió, no está mal, no está derrotado. Esta triunfando y hay que detener la lucha allí mientras llegan refuerzos. Lo importante es no ceder lo ya ganado, esto es, no volver a los pasos anteriores.
Si por alguna razón, como en el ejemplo personal que expliqué, uno volviese atrás pero siente que hizo mal y que tratará de volver a empezar, tampoco ha perdido. Quiere decir que uno tiene conciencia de lo mal que está haciendo y que comenzará de nuevo. Así tenemos la segunda regla de oro: si uno cae y quiere comenzar de nuevo, comencemos entonces.
Bien, terminamos por hoy. Como el propósito de este blog es la brevedad (se llama "narraciones breves") vamos a concluir aquí. Hagamos algo: me comprometo a escribir exactamente cuatro entregas más sobre la lucha contra el hábito de fumar y las publicaré mañana domingo 3 de junio y los días 4, 5 y 6 de junio. Como los tiempos están socialmente agitados tales entregas no excluyen que escriba sobre cualquier otra cosa, pero seguro van las de mis experiencia sobre no fumar. Tienen varios matices y sé que le gustarán.
Usted recuerda, señor lector, todos los Ricardos, que les conté en la primera entrega que teniendo 29 años y jugando fútbol en primera categoría ya había perdido buena parte de mis condiciones físicas y pronto tendría que retirarme. Pues vea la foto que publico hoy. Con más de cuarenta años en esa toma estoy a cien metros de la meta. No es que sea un Carl Lewis ni un Abebe Bikila. Nada de eso. Pero llegué a la meta bien, fresco y alegre. Porque, al final, siempre hay una meta positiva cuando se emprende una lucha.
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