martes, 19 de junio de 2007

! Coño ! Alguien me oyó con lo que tanto he dicho sobre la "vinotinto".

Lean este comentario de un bloguero que comenta uno publicado por mi ayer:
" No dudo que haga falta un psiquiatra allí. Pero no precisamente para alimentarles la soberbia. Ya Maltin Polar infló a carajos como Rey y ya vimos como se comportó en el pre-mundial pasado. Creo yo que hace falta un psiquiatra para elevar la concentración, para establecer mas confianza y unidad en el equipo. Eso si. "
Es bastante con ese comentario. Por supuesto que no he dicho que se trata de alimentarles la soberbia o la vanidad en lo personal, es decir, como actitudes individuales frente al público, los adversarios o los técnicos.
Hablo de esas condiciones en sentido futbolístico. El fútbol es uno de los pocos deportes en que hay una confrontación directa entre los adversarios, es decir, donde los jugadores tienen que lanzarse unos contra otros para despojarlos del balón, correr paralelamente, saltar uno al lado del otro, etc.
Para superar al adversario, en consecuencia, es preciso disponer no solamente de condiciones físicas y destreza en el fútbol, sino de elementos personales como el deseo de avasallar al contrario, potencia, convicción, soberbia, arrogancia, esto es, las mismas virtudes y defectos que se nos presentan en la vida y a los cuales hay que acudir en alguna forma para superar a otros que también los tienen.
Es una cuestión de equilibrio, aunque parezca triste admitirlo. Los jugadores de la vinotinto, salvo cuando le ponen adversarios de sus mismas o peores condiciones, se ven endebles, débiles, juegan con miedo, salen a la cancha " a ver si la pegan", no acosan, no batallan, regalan los balones, dejan huecos por donde hasta un niño les hace un gol, se ven desinflados, etc.
Antes de entrar a la cancha, casi siempre, el técnico o el público o las autoridades se refieren a ellos con la inequívoca cara de que piensan en un milagro o con la actitud conformista de un empate o perder decorosamente. ! No me jodan !
El psicológo o los psicólogos, QUE POR LO VISTO NO LO HAY EN EL EQUIPO TECNICO, es para alimentarles esas condiciones personales, individualmente y para desarrollarlas en grupo, que les permitan parecer que son fuertes, duros y se hacen respetar.
El fútbol, además de deporte, refleja como nada las pasiones humanas. Y en estas están presentes todas esas cosas que he señalado.

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