lunes, 30 de abril de 2007

La lucha por hacer dinero.


Porqué casi todas las personas luchan en este país por hacer dinero ?. No digamos que por hacerse ricos, sino por tener una cierta cantidad de dinero, proporcional al tipo de vida que cada quien lleva. Porqué ? Usted se lo ha preguntado ?. La respuesta no puede ser tan simple como la de señalar que todo el mundo es avaricioso, que cada quien persigue el lujo o el placer. Hay de todo, es cierto. Pero si usted observa a cada persona que trabaja y lucha, ahorra algo, se sacrifica en algunas cosas para acumular cierto capital, no hace otra cosa que tomar previsiones para cuando ya no se quiera trabajar, la vejez o alguna incapacidad.

Y porqué tiene que ser así ?

Porque el Estado jamás se ha encargado de asegurarle a cada ciudadano una vida decorosa en las circunstancias señaladas.

Quien no quiera vivir de las exiguas pensiones que aquí se pagan, ni quiera asistir a centros asistenciales abarrotados y sin recursos, ni tenga que sacrificar diversiones o viajes y tantas otras cosas más, tiene algunos mecanismos que le permiten evitar todo eso.

Y saben cuál es el preferido ? Quizás por ser el menos costoso (aunque también lo es), la gente a cualquier nivel compra inmuebles para alquilarlos o para revenderlos. El ahorro en moneda ha dejado de ser bueno en este país hace muchos años. Y todos los demás mecanismos no son posibles para la mayoría de los ciudadanos.

Quien arrienda inmuebles puja con alguien que tiene necesidad y se monta en esta para asegurarse su futuro. Es lo más viable. Hay que entender esto. De modo que no se debe satanizar a quien acude a este recurso. El arrendamiento, en estos términos, carece de función social y es un simple recurso desesperado, sin opciones.

Pero si en este país se aprovechan los recursos actuales para crear un amplio, seguro y confiable sistema de seguridad social, quizás veamos un mundo mejor y más justo. No me parece nada difícil hacerlo.

domingo, 29 de abril de 2007

Discusión sobre "Patria Socialismo o Muerte".


Estoy comprando hortalizas en el Mercado Libre y allí mismo están unos cinco o seis ciudadanos, todos con franelas rojas, trenzados en una discusión semántica sobre el lema "Patria Socialismo o Muerte". Como de gramática se trata empiezo por señalar que lo escribo tal cual como lo he visto en algunas paredes o franelas. No obstante, creo que después de la palabra "patria" debe ir una coma, es decir, "Patria, Socialismo o Muerte".

Los contertulios están todos de acuerdo en que ese lema está mal hecho, de modo que la discusión se centra en cómo debe escribirse, señalando inclusive que van a proponerlo en las instancias partidistas.

"Patria Socialismo o Muerte", con coma o sin coma, según ellos, da la idea de que se trata de tres opciones distintas y no es eso lo que se quiere decir, sino más bien que se trata de dos opciones, esto es, una patria socialista o muerte.

Uno de ellos aclara que, aún siendo cierto que esto último es lo que se quiere expresar, no podría, sin embargo, usarse el lema de "patria socialista o muerte", puesto que eso sería tanto como admitir que puede haber otro tipo de "patria", que este concepto solo se aplica al socialismo y que solo puede hablarse de patria cuando el sistema es socialista. Algunos de ellos llegan a la convicción que "patria socialista" es algo así como una redundancia.

Otro interviene y dice que si se acepta esto último van a tener que quedarse con la clásica "patria o muerte", y arguye que esa no es la idea, que lo importante es poner en evidencia la idea del socialismo en el lema.

Alguien propone que se coloque el signo de los dos puntos, esto es "Patria: socialismo o muerte", pero la mayoría lo consigue muy ambiguo, que no expresa bien la idea que se persigue, que no se puede separar la idea de patria de la de socialismo.

Como de gramática se trata, algunos espectadores interesados en ella casi que se animan a participar, y eventualmente colaborar, en la discusión. Pero súbitamente se presenta un conocido profesor de lenguaje, evidentemente también del grupo porque lo saludaron y lo pusieron al tanto de todo lo que se había discutido, quien les dice que él también ha pensado en el tema y que él va a proponer que se use la forma correcta que sería " Patria y socialismo, o muerte". En consecuencia al lema original habría que añadirle la "y" y una coma después de socialismo. Así sí que se solucionaría la inquietud de todos ellos, según la tesis del profesor. Creo que la aceptaron.


jueves, 26 de abril de 2007

! Ojo con eso de regular el costo de las clínicas privadas !


Seamos sinceros: quién no se ha quejado aunque sea una vez de la factura que le han pasado en una clínica privada ?. El costo de los honorarios médicos esenciales se sabe de antemano y uno puede pedir aclaratoria o alguna consideración. Aquí no hay muchos conflictos. Los más comunes que se oyen en los pasillos de una clínica es la inclusión en la factura de servicios médicos eventuales o aleatorios que no se recibieron o se recibieron en menor cantidad a la expresada o no se justifica su monto; implementos, equipos, medicinas y muchos otros que a veces se tienen como innecesarios o exagerados; costo de las habitaciones, costos de los acompañantes; costos que no guardan relación con el estado o la calidad de las instalaciones, etc.

El gobierno no debe desaprovechar la iniciativa que ha tenido en esa materia y no limitarse al sencillo problema del costo. Debe atender todo lo que rodea al asunto.

Hay otros que también se relacionan con el tema: 1) el uso abusivo de las pólizas de seguros; 2) la dificultad que a veces se presenta para aceptar las pólizas; 3) imposibilidad de disponer de una vía ágil y eficaz para ejercer reclamos, tramitarlos y obtener una decisión ajustada; 4) retaliaciones y presiones contra quienes denuncian ante las autoridades médicas cualquier infración de las antes señaladas.

Entonces el asunto también alcanza a las aseguradoras y otras casas comerciales.

Lo que se tiene que hacer es realizar una regulación y un control que permita la existencia de un servicio digno para el paciente y justo económicamente para quien presta el servicio. Esto debe establecerse oyendo adecuadamente a los dueños.

Pero es verdad que el gobierno debe corregir los abusos, distorsiones y otros males que en alguna medida importante afecta a muchas personas.

martes, 24 de abril de 2007

Imposible creer lo de las corridas de toros, peleas de gallos, toros coleados y afines.


Los venezolanos no salimos todavía del estupor que nos ha causado una posible ley que elimine las corridas de toros, peleas de gallos, toros coleados y cualquier pasatiempo afín. Ni siquiera se acepta que puedan ser más bien suavizadas. Es todo o nada.

Se han levantado voces de protesta por doquier. Hay bastantes vehículos con calcomanías o letreros a mano que reivindican el coleo bajo la consigna "el coleo somos todos".

Cómo puede un gobierno desaprovechar semejante oportunidad ? Cómo puede la asamblea nacional no canalizar esa inquietud general y convertirla en algo provechoso, rentable, útil ?.

Hoy día, cada cierto breve tiempo, uno enciende el televisor y encuentra que en cualquier lugar del mundo a alguien se le ocurre una actividad deportiva que en principio es rudimentaria y en pocos meses cuenta con toda una organización que la televisión y las casas comerciales protegen, se diseñan equipos, indumentaria, reglas y con todo ello vienen los técnicos, los árbitros, la competencia comercial, en fin, una nueva actividadlucrativa que genera empleos y paga impuestos. Recuerden el caso de los platillos ("frisbi" se pronuncia) y más recientemente las maromas en bicicletas. Solo esta última ha generado una industria multimillonaria, ya esparcida por todo el mundo.

Asi pues que, señores gobernantes, déjense del cuento de eliminar o limitar estas tres actividades ya señaladas y empiecen a sacarle punta, como debe ser.

Ya las mismas tienen ligas, circuitos radiales, respaldo comercial y otras menudencias. Impulsénlas y masifiquénlas. Transmitánlas por televisión. Enseñen las técnicas para que cada quien cumpla mejor su cometido. Hagan presentaciones de los animales antes y después para que cada quien pueda captar el resultado de la acción del atleta.

En materia de gallos, por ejemplo, se puede sustituir el buche de aguardiente que el dueño le echa al gallo malherido por un rociador ( " spray ", pues) industrializado, donde haya competencia comercial por hacer el mejor. También es posible que se cree la industria de las espuelas de aluminio o material sintético ( sustituyendo las artesanales) que se le amarran adicionalmente al gallo para matar o herir con más precisión.

En el caso de los toros coleados la imaginación es infinita. Como ustedes saben, a la gente que acude a las mangas a verlos les encanta tirarle piedras y botellas al toro, o darle palazos, cuando ya están exhaustos por los revolcones que le han dado. Pues bien, una norma legal puede obligar a que se diseminen por la manga o se le entreguen previamente al público pelotas de plástico sustitutivas de las piedras y botellas , o bastones de goma para que el espectáculo sea más moderado.

Estoy escribiendo esta vaina con la mayor sorna de la que soy capaz, pero ni así puedo. Señores del gobierno, arréchense con estas actividades tan deprimentes, destructivas y de crueldad con los animales, y hagan lo que sea necesario, progresivamente si es la única vía posible, con mucho tacto y ofreciendo educación al ciudadano sobre todo lo que ya se sabe, a fin de eliminarlas algún día.

lunes, 23 de abril de 2007

El eterno y fastidioso cuento de la corrupción.


Desde que era niño, pasando no sé por cuantos gobiernos de diverso tipo, no ha habido semana y es posible que hasta día, en el que no haya oído hablar de corrupción, de desfalcos, de funcionarios corriendo para el exterior, de sobreprecios, de nepotismo, de... de...

Y jamás se ha demostrado nada en ese sentido. O al menos en los casos más grandes y sonados. Es posible que algún caso menor, que no lo creo, haya terminado con uno que otro preso y por poco tiempo. Pero la verdad enfática, clara, terminante, es que tal vez se use el tema de la corrrupción con fines de venganza o retaliación, pero como tal ese problema no existe.

Y es que no puede ser de otra manera.

Cuando una persona entra en un cargo público de cualquier ente nacional, estadal o municipal, empresas del Estado, sea cual sea el sector, desde el Presidente de la República hasta un señor que solo abre y cierra la llave del agua en un caserío perdido, todos, absolutamente todos, señalan cuáles son sus bienes y dónde viven, carga familiar, qué otro tipo de ingresos tienen, nombre y apellido de familiares, bienes que tenían antes del cargo...

De allí en adelante hay un seguimiento de rutina hasta que el funcionario sale del cargo por renuncia o jubilación o lo que sea, teniendo en cuenta los ascensos, cajas de ahorro, prestaciones sociales...

Jamás hay disparidad o algo que ponderadamente pueda despertar alguna sospecha. Pero si la hay, entonces entran en acción los muchachos de la división contra la delincuencia organizada y estos sí es verdad que hacen un minucioso rastreo, "peinan" toda información y si algo llegasen a encontrar, tenga usted la seguridad que el investigado la va a pasar mal.

Y es que no puede ser de otra manera.

Todas las transacciones bancarias están controladas, más aún hoy en día. Las empresas que venden cajas fuertes dan cuenta hasta el más mínimo detalle de quienes son los compradores de las mismas. La venta de boletos aéreos, vehículos, joyas, inmuebles son el campo preferido de los muchachos de la División y allí no dejan hueso sano. Los registros mercantiles se los leen de la A a la Z. También se van por las ramas.

Y es que no puede ser de otra manera.

Saben quiénes son los familiares y amigos del investigado. Alargando la lista hasta donde se pueda y así van estrangulando a los posibles testaferros. Examinan a cada uno, verifican, comparan, y aténganse a las consecuencias si aparece un jubilado de un Ministerio con una pensión de 1.000.000,00 de bolívares con un apartamento de 800 millones. Los muchachos de la División hacen sus giras por todo el país y el exterior.

Y es que no puede ser de otra manera.

A veces los ven en Miami, por ejemplo, y no faltará quien diga que están allí haciendo sus negocios. No señor. Investigan registros mercantiles, inmobiliarios, ventas de acciones y todo lo que se pueda adquirir con la tarjeta del banco que sea y del tipo que sea, en efectivo o con cheques. Por allí no se puede colar nada.

Lo que pasa con la corrupción es que es muy fácil atacar a alguien con ella. Basta con la sospecha y ya está preparado el terreno. Pero nunca jamás se ha demostrado nada ni a nadie se le ha encontrado nada.

Ese cuento es eterno y fastidioso.


miércoles, 18 de abril de 2007

RESUMEN CURRICULAR REQUERIDO


RESUMEN CURRICULAR
Nombres y apellidos: Vicente Antonio Amengual Sosa.
Identificación: V-3.202.469
Educación Universitaria:
Universidad Central de Venezuela (1963-68). Título de Abogado.
Estudios de Post-Grado:
1) Curso de Especialización en la Escuela de Perfeccionamiento en Derecho Civil de la Universidad de los Estudios de Nápoles, Italia (Becario UCV) (1968-70) Título Especialista en Derecho Civil.
2) Curso de Especialización en Derecho Administrativo UCAB (1987-1989)
Título Especialista en Derecho Administrativo.
Experiencia Judicial:
1) Juez Accidental Primero de Primera Instancia en lo Civil y Mercantil del Estado Aragua. (1977).
2) Juez Relator del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito, del Trabajo y de Menores del Estado Aragua. (1975-1977).
3) Juez Accidental de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y del Trabajo del Estado Aragua, La Victoria. (1985)
4) Juez Superior Accidental en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y del Trabajo del Estado Aragua (1997-98).
5) Juez Accidental Quinto de Juicio del Estado Aragua. Septiembre año 2000. Juez Quinto Accidental de Control del Estado Aragua. Noviembre 2000-Enero 2001.
6) Juez Superior Provisorio en lo Civil (Bienes) y de lo Contencioso- Administrativo de la Región Central, con sede en Maracay, designado por el Tribunal Supremo de Justicia. Desempeñado hasta febrero 2002.
Experiencia Profesional:
1) Ejercicio Profesional de la Abogacía 1970-2007, fundamentalmente en tribunales Civiles y de lo Contencioso-Administrativo.
2) Abogado Asesor de la Procuraduría General del Estado Aragua (1991).
3) Asesor Jurídico de la Universidad Central de Venezuela desde el 01-09-1992, núcleo Maracay, en el área de Derecho Administrativo.
5) Asesor Jurídico de la Alcaldía del municipio Sucre del Estado Aragua (años 2003-2004)
Educación: Profesor de Post Grado Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos. (2006).

Telfs. de contacto: 04143456826-04124292996.
Correos electrónicos: abogadova@yahoo.com y vicenetcafe@hotmail.com
ABOGADO EN EJERCICIO. Zona Aragua, Guárico y Caracas.

Asuntos civiles.
Asuntos administrativos: Defensa de los funcionarios públicos, actuaciones extrajudiciales y judiciales contra actos de la administración pública (ministerios, gobernaciones, alcaldías, institutos autónomos, corporaciones, empresas estatales, institutos educativos, etc.) , Representación en defensa de derechos constitucionales.



lunes, 16 de abril de 2007

La justicia de la que me hablaron.

Recuerdo a los profesores de Derecho que me hablaron de justicia. Más aún a los que eran más vehementes. Tanto tiempo transcurrido hace que la imagen que ahora me viene en mente esté ya un poco borrosa. Sin embargo, alcanzo a ver a un profesor ruiseño explicando cómo se construye ese ideal de la justicia, un dedo índice alzado, tres o cuatro alumnos sentados a su alrededor, una tarima y un jardín exterior.
Me pregunto en este momento si ya para ese entonces habría sufrido algunos desengaños pero tenía que cumplir su deber con los alumnos. O si todavía sentía que todo era posible. Me pregunto si hoy creen en todo eso con aquella misma vehemencia.
Quizás para mi todo haya sido más fácil por la sencilla razón que nunca he creído extremadamente, totalmente, en nada. Ser desconfiado, dudar, es de mi esencia y creo que eso ha sido un instrumento de valor para ser abogado.
Pero compartí el sueño de la justicia ideal de la que hablaron mis profesores. Supongo que en ese momento no tenía mucha madurez ni suficientes razones para dudar. Tampoco es que hoy día tenga motivos, muchos o pocos, para negar el ideal de la justicia. No. En absoluto. En todos estos años he visto, he sentido, cómo de mis razonamientos llevados a un papel o a mi voz, he conseguido serle útil a decenas de personas.
Lo que aún no logro entender es cómo un juez o muchos jueces pueden ser muchas veces injustos. Acepto, entiendo, que el Estado y sus funcionarios se aparten de la ley, que lo hagan los que diseñan las leyes, que lo hagan los hombres y mujeres que tienen que hablar u oír a alguien, que lo hagan los patronos o los trabajadores, que sean injustos los que administran cualquier cosa, que lo sean los profesores, que lo sean los que tienen que distribuir la riqueza, que lo sean los que disponen de las armas, todos, todos los seres humanos distintos a un juez.
Pero un juez sistemáticamente injusto, deliberadamente injusto, injusto por indiferencia o por complacencia, es un criminal. Agrede el alma de la sociedad. Transforma en basura su misión. Alienta la venganza entre los seres humanos, corroe la vida de sus semejantes, insta al uso de la fuerza, desanima a los factores que pueden hacer crecer a su comunidad, su país. No es que un juez no pueda equivocare o dudar. Lo que no puedo aceptar es que parte de la lucha contra la injusticia es la que se hace contra los jueces injustos que saben que lo son y tienen que aceptarlo, o son ellos los que la propician o permiten que se haga presente. Cómo puede ser esto posible ?
Los seres humanos, a cada momento, estamos proclives a cometer una injusticia o las cometemos. Las que trascienden a la sociedad por los intereses que lesionan o las consecuencias que conllevan, deben ser llevadas ante los jueces para que como representantes de la ley, restablezcan los valores de la sociedad.
Si esto no puede ser así nunca una sociedad es enteramente libre ni puede avanzar como es debido.
Espero que alguno de mis profesores puedan leer esto. Vamos a dar la pelea hasta el final. Pero aún estamos en desventaja.

viernes, 13 de abril de 2007

Debate sobre normas para reducir accidentes de tránsito.


Un miembro de la comunidad de blogs comenta mi apoyo a la posible fijación de controlar la velocidad de desplazamiento de vehículos en autopistas, mediante el sistema de fijar la hora de salida y llegada entre peajes, y compararla con un tiempo ponderado como normal, para de allí fijar sanciones a quienes se excedan de él. Señala que en Alemania no hay control de ningún tipo y que en España la gente protesta por no poder circular a más de 140 kilómetros, y sin embargo, hay mucho menos accidentes que en nuestro país.

Creo que el asunto es más complejo que esa simple comparación. Me explico. Porqué suceden tantos accidentes de tránsito en Venezuela ?. Vea estas causas e inclúyala en la comparación. Luego analizaremos el resultado. 1°) La vigilancia o control policial es deficiente, salvo en temporadas festivas. 2°) Los certificados médicos que se expiden en Venezuela no son muy rigurosos. Debido a ello, en nuestro país, circulan cientos de miles de personas que a simple vista se evidencia que no tienen aptitud para manejar por variadas razones. 3°) Aquí circulan muchísimos vehículos en mal estado, a veces hasta sin luces, o casi destartalados pero se los deja circular por un falso sentido de solidaridad. 4° ) En las autopistas los vehículos circulan libremente por ambos canales, adelantan por cualquiera de ellos; buses, camiones, gandolas, etc. manejan a su antojo por cualquier canal. Hay condcutores que se desplazan a velocidad mínima por el canal rápido. En vías de difícil tránsito nadie cede el paso aunque pueda hacerlo. 5°) No se hace seguimiento a los infractores, es más, ni siquiera se aplican sanciones. Sea cual sea el daño material o humano que un conductor cause, sigue conduciendo sin restricción alguna. 6°) Cantidades de vías urbanas, suburbanas, autopistas, etc. están en mal estado. La autopista Valencia Puerto Cabello es la más emblemática muestra de desidia, indiferencia e irresponsabilidad que podamos encontrar. Hay que reconocer que muchos gobernadores se han esforzado por mejorar esto, poniendo como buen ejemplo el tramo carretero de Cojedes. 7°) Es impresionante la gran cantidad de vehículos de mucha potencia que se desplazan por autopistas y hasta dentro de las ciudades sin ningún control, pasando de un lado a otro de la vía, invadiendo los hombrillos de las autopistas. En las autopistas es frecuente ver competencias de velocidad entre ellos. 8°) Una cantidad importante de conductores desconocen hasta las más elementales normas de tránsito. Por supuesto, no se las exigieron cuando sacaron las licencias. Haga usted, señor lector, una prueba. Pregunte a cualquier persona : a) Cuál es la velocidad máxima en una intersección; b) cómo debe hacerse la incorporación de vehículos a una vía única, cuando en ella confluyem vehículos que vienen desde dos vías y c) cómo está regulado el desplazamiento y adelantamiento en autopistas. Saque sus conclusiones.

Bien, con estos solo 8 puntos tenemos que entender que una medida como la de controlar la velocidad en la forma antedicha, apenas si puede ayudar en algo. Pero por alguna parte hay que empezar. Y ojalá no la abandonen al día siguiente de implementarla.

martes, 10 de abril de 2007

APLAUSOS. Una opción para controlar el tránsito.


Le hemos dedicado nuestros últimos blogs a sugerir soluciones para mejorar el tránsito en carreteras, calles, avenidas y autopistas, y sobretodo para evitar tantos accidentes. Medidas de corte legal, preventivas, de toda índole. Lo hicimos bajo el título de "Misión Tránsito Seguro" 1 y 2. Anoche vi en televisión una medida que se piensa adoptar y no le encuentro ninguna objeción en sí misma. No tiene cáida, como suele decirse hoy día. Consiste en entregar a cada usuario un ticket en el que se indica la hora en que salió de un peaje y luego, al llegar a su destino, se registrará la hora de llegada. Mediante un simple cálculo y teniendo como base la fijación de un tiempo de duración normal, mínimo, entre un lugar y otro, se sabrá si el conductor se desplazó a exceso de velocidad y se aplicarán las sanciones del caso cuando así sea procedente. Si se aplica con rigurosidad puede ser muy bueno. Lo malo puede estar en la desidia, en que solo sea un acto de buena voluntad y nada más, o que en la práctica se distorsione la medida, etc. Personalmente creo que los "locos del volante", o competidores de autopistas, son los que causan más accidentes de tránsito. Creo que hasta más que el alcohol. Esperemos se haga esto.

domingo, 8 de abril de 2007

Misión Tránsito Seguro (1)



Surge la idea de escribir sobre este tema a propósito de la declaratoria de ley seca durante la Semana Santa 2007. Las mayores causas de los accidentes de tránsito en Venezuela son el consumo de alcohol, los locos del volante aún estando sobrios, dificultades visuales o impericia de los conductores, y en menor medida pero también importante, una inadecuada o falta total de iluminación y/o señalización.
Aparte de los dispositivos ya existentes y de la experiencia acumulada por las autoridades del tránsito, creo que una misión exitosa para ahorrar vidas, evitar lesiones y disminuir daños materiales a bienes públicos o privados debería hacerse bajo estas diez (10) recomendaciones:
1) Reexaminar cuidadosamente todo el registro nacional de licencias de conducir. Confrontarlo con el registro de infractores, decisiones judiciales sobre daños de cualquier índole derivados de accidentes de tránsito, etc. Hacer escogencia de muestras por estados para examinar datos que sirvieron de base a la licencia. Implementar acciones sobre la información obtenida.
2) Supervisar, ser más rigurosos ( y sancionar gravemente a los infractores), en lo relativo al examen y ulterior concesión del certificado médico para conducir. Este examen en la experiencia venezolana no es confiable ni hace presumir idoneidad para conducir. Se consigue de cualquier manera.
3) Extender hasta donde sea posible ( y pensar en su aplicación extensiva a todos los vehículos) la información de números telefónicos y organismos donde reportar a infractores de tránsito. Dar crédito oficial a videos o fotos de funcionarios o particulares que recojan esas infracciones. Hacer seguimiento a estos hasta una decisión administrativa. Yo he tenido algunas experiencias positivas en esta materia.
4) Profundizar las charlas viales que ya se han iniciado, haciéndolas todo el año y con mucha amplitud y respeto por el ciudadano. Se debe difundir por cualquier medio posible, en forma permanente, las principales normas de tránsito, por ejemplo, las que indican cuál es la velocidad en las intersecciones de vías, incorporación de vehículos a una vía, conducción de vehículos y modo de rebasarlos en autopistas ( entre nosotros se conduce y se rebasa indistintamente por cualquiera de los dos canales) etc.
5) Fomentar, proteger, hacer seguimiento y registrar las denuncias de particulares respecto de conductores trasgresores, cuando ello se produce sobretodo en autopistas y carreteras en las que sea posible bloquear al trasgresor y tomar rápido testimonio a los denunciantes. La gente no lo hace por miedo y además las autoridades convierten la situación en un gravamen para quien colabora.

sábado, 7 de abril de 2007

Misión Tránsito Seguro (2)


6) Aún cuando nuestro país no tiene una gran solidez en la institucionalidad jurídica y por ende en el proceso administrativo o judicial como forma de regulación social, no puede descartarse la posibilidad de introducir procesos rápidos y efectivos para determinar la eventual responsabilidad de infractores por hechos de cualquier naturaleza en materia de tránsito terrestre y no solamente en casos de lesiones graves o muerte. Para no detener al presunto infractor, puesto que ello puede causar un daño peor o perjudicar al núcleo familiar, se le debe dejar circulando (a menos que sea una falta grave o se trate de desperfectos del vehículo), colocándose una calcomanía que el conductor debe conservar hasta la cita que le fije la autoridad administrativa y que solo ésta podrá ulteriormente remover, en la que se indique que se trata de un conductor sometido a averiguación administrativa (aclarando su presunción de inocencia) y que si se le observa realizando un acto ilegal en la continuación de la conducción del vehículo, los particulares que tengan conocimiento de él deberán participarlo a la autoridad.
7) Todo el país vigila y solo la autoridad sanciona. Los amigos y familiares de un infractor o persona con problemas de conducir deben participarlo a la autoridad. Debe impedirse que circulen vehículos en mal estado. Debe aplicarse la normativa legal sobre suspensiones o revocaciones de licencia, hacerle seguimiento a quienes hayan sido sancionados, estimular y proteger las denuncias que hagan los ciudadanos sobre inobservancia de los conductores sancionados. Debe llevarse al infractor a pensar en el riesgo de perder su empleo o de verse afectado en el mismo si se le suspende la licencia o se le revoca. La familia podrá colaborar en mejorar la conducta, pero las autoridades deben ser enérgicas en este objetivo.
8) Sanciones económicas. Debe implementarse una política intensa, completa, total, de sanciones económicas por los daños que se causen a los bienes públicos, reparación de los mismos, por los gastos que haga el Estado a consecuencia de accidentes de tránsito causados por culpa de un conductor.
9) Una inmensa red de voluntariado. En Venezuela existe desde hace años la institución de brigadistas voluntarios de tránsito terrestre. Es un inmenso recurso humano que nada cuesta al Estado pero que éste no ha protegido ni mejorado sustancialmente. Yo soy un brigadista voluntario (átomo 3020) y conocí a muchos ingenieros, médicos, comerciantes, educadores, etc. que pusieron al servicio del voluntariado sus vehículos y tecnología de punta para todo lo relacionado con la materia, quienes lamentablemente abandonaron (yo también) la institución por cuanto todo se limitaba a salir por las noches y detener a personas que se “comían” la luz roja y llevarlos a un retén, de modo de así demostrar que se cumplía con la institución. Las charlas viales y en liceos, colegios, universidades y muchas otras cosas posibles, las cuales son las verdaderamente importantes y de gran utilidad, nunca se implementaron. Por otra parte, los funcionarios de tránsito terrestre de carrera solían tener muchos recelos, por decir lo menos, de los brigadistas voluntarios. Esto hay que aprovecharlo y estimular un brigadismo que no requiera de hacer guardias ni de tantas otras exigencias. Simplemente educarlo en la materia y dotarlo de una credencial solo para colaborar cuando transita por calles o avenidas, hacer denuncias, etc. Debe tenérsele un gran respeto y consideración social, incluso con premios o estímulos ciudadanos.
10) Colaboración de los órganos locales, ahora los Consejos Comunales. Quien habitualmente comete infracciones de tránsito o tiene sanciones o tiene predisposición o elementos de riesgo para cometerlas, por lo general, donde primero se observan esas circunstancias o ya se las conoce, es en su propia comunidad o en el lugar donde trabaja. Por consiguiente, las autoridades o miembros de esos órganos locales pueden hacer aportes preventivos para evitar accidentes e, inclusive, solicitar se apliquen sanciones. Quien esté advertido o prevenido de la información que sobre él se tiene, seguramente será más cuidadoso a la hora de conducir, o se lo podrá advertir su familia.
LA MISIÓN TRANSITO SEGURO LA AGRADECERAN TODOS LOS CIUDADANOS.

Misión Tránsito Seguro (1)

Surge la idea de escribir sobre este tema a propósito de la declaratoria de ley seca durante la Semana Santa 2007. Las mayores causas de los accidentes de tránsito en Venezuela son el consumo de alcohol, los locos del volante aún estando sobrios, dificultades visuales o impericia de los conductores, y en menor medida pero también importante, una inadecuada o falta total de iluminación y/o señalización.
Aparte de los dispositivos ya existentes y de la experiencia acumulada por las autoridades del tránsito, creo que una misión exitosa para ahorrar vidas, evitar lesiones y disminuir daños materiales a bienes públicos o privados debería hacerse bajo estas diez (10) recomendaciones:
1) Reexaminar cuidadosamente todo el registro nacional de licencias de conducir. Confrontarlo con el registro de infractores, decisiones judiciales sobre daños de cualquier índole derivados de accidentes de tránsito, etc. Hacer escogencia de muestras por estados para examinar datos que sirvieron de base a la licencia. Implementar acciones sobre la información obtenida.
2) Supervisar, ser más rigurosos ( y sancionar gravemente a los infractores), en lo relativo al examen y ulterior concesión del certificado médico para conducir. Este examen en la experiencia venezolana no es confiable ni hace presumir idoneidad para conducir. Se consigue de cualquier manera.
3) Extender hasta donde sea posible ( y pensar en su aplicación extensiva a todos los vehículos) la información de números telefónicos y organismos donde reportar a infractores de tránsito. Dar crédito oficial a videos o fotos de funcionarios o particulares que recojan esas infracciones. Hacer seguimiento a estos hasta una decisión administrativa. Yo he tenido algunas experiencias positivas en esta materia.
4) Profundizar las charlas viales que ya se han iniciado, haciéndolas todo el año y con mucha amplitud y respeto por el ciudadano. Se debe difundir por cualquier medio posible, en forma permanente, las principales normas de tránsito, por ejemplo, las que indican cuál es la velocidad en las intersecciones de vías, incorporación de vehículos a una vía, conducción de vehículos y modo de rebasarlos en autopistas ( entre nosotros se conduce y se rebasa indistintamente por cualquiera de los dos canales) etc.
5) Fomentar, proteger, hacer seguimiento y registrar las denuncias de particulares respecto de conductores trasgresores, cuando ello se produce sobretodo en autopistas y carreteras en las que sea posible bloquear al trasgresor y tomar rápido testimonio a los denunciantes. La gente no lo hace por miedo y además las autoridades convierten la situación en un gravamen para quien colabora.

Nuclear

Cuando apenas empezaba a utilizarse intensamente la palabra "nuclear", por allá por el inicio de los años sesenta, nosotros le endilgamos la misma como sobrenombre a un amigo. En la época que lo conocimos (un compañero de estudios y yo) tendría al máximo unos 30 años. Era blanco, delgadísimo, pelo muy negro y tenía defectos en la mano y pie izquierdos, lo que hacía que la mano estuviese doblada hacia el cuerpo y arrastrara un poco el pie al caminar. Con esas caracterísiticas hacía juego con unos lentes de carey negro (no negros de carey) y un traje siempre gris o negro con una corbata gris oscuro o negra. "Nuclear" era un hombre misterioso y solitario que caminaba día y noche viendo hacia el suelo, bajo la impresión que no llevaba ningún rumbo fijo, desde la avenida Páez de "El Paraíso", por los lados de la Plaza Madariaga en dirección hacia la parroquia San Juan, devolviéndose a la altura de un puente que comunicaba con esta última. Lo de "Nuclear" se lo clavamos porque con frecuencia se detenía donde nosotros estudiábamos en aquellas sillitas de extensión que hoy no se usan, cerca de la plaza Madariaga, bajo la luz de un poste y nos dedicaba unos quince minutos fijos con unas charlas sobre la vida, la muerte, el destino, el más allá, usted sabe, señor lector, esos temas que hoy día están más de moda que nunca, pero que en aquellos tiempos tenían pocos seguidores. "Nuclear" enriquecía con nuestras observaciones sus propias ideas y al día siguiente regresaba con nuevas y más profundas y enrevesadas elucubraciones. Una que otra vez se presentaba con un gordo alto, blanco, medio calvo y que también andaba en las mismas ideas y lecturas que él. (De ese gordo, apenas si recuerdo que consumía mucho alka seltzer y que luego de ingerirlo empezaba a agitar repetidamente el estómago, dizque para que le hiciera efecto más rápido). De "Nuclear", aparte de todo lo relacionado con lo antedicho, no supimos más nada, ni dónde vivía, ni que hacía, salvo una ocasión en que nos llevó una Gaceta Hípica, muy emocionado, porque al menos esta revista publicó un obituario sobre la muerte de su padre. Esto último nos hizo pensar que él y su familia vivían en un estado casi total de aislamiento y soledad. "Nuclear" casi no se reía pero cuando lo hacía era muy expresivo, revelando bonhomía, sinceridad y algo como de una sólida paz interior. Una noche nos sorprendió con algo distinto. En lugar de aquel caminar rítmico y apacible por entre los árboles gigantescos y oscuros de la avenida, caminaba agitado hacia nosotros, haciendo más notorio su defecto en el pie. Llegó hasta nosotros empapado en sudor, con una expresión de suprema felicidad, con la voz entrecortada y sin preámbulos nos dijo " ! muchachos, estuve toda la noche atando cabos con tantas ideas de mucho tiempo y llegué a una conclusión definitiva e irreversible, saben ?, la muerte no existe, la muerte no existe...! " y se largó con una explicación de unos diez minutos cuyo contenido no recuerdo, más allá que la muerte es solo un trámite, el único posible, hacia otro estadio vital. La memoria me dice que luego de eso es posible haberlo visto una o dos veces más, pero no volvió a acercarse a hablar con nosotros. O tal vez esa fue la última vez que lo vimos. Y que hablamos con él. Seguro andaba muy entretenido con su hallazgo.

miércoles, 4 de abril de 2007

Bemoles de la ley seca.

Lo de la ley seca decretada para esta semana santa no es tan simple como para atribuirle todos los males al consumo de alcohol o decir que todos no pueden pagar las consecuencias por culpa de una minoría que se embriaga irresponsablemente y causa accidentes. Estas podrían ser las primeras impresiones para quienes tienen conocimiento de la inesperada medida, pero luego hay que ir más allá.
Nuestro país no es una excepción en cuanto a que el consumo de alcohol está bien extendido en una parte sustancial de la población. Aquí todo se celebra, durante todo el año, con el alcohol como primer elemento de cualquier reunión. Es más, sin él ninguna fiesta puede llamarse tal. Seguramente, si pensamos en la incidencia del consumo de alcohol respecto de la sociedad en general, tales como daños a los bienes públicos, gastos hospitalarios, etc. podamos ver cifras alarmantes, pero que no son atendidas con mucha importancia puesto que no dejan daños al ser humano. Si analizamos la incidencia del alcohol durante todo el año en lesiones y muertes, con particular enfásis en vacaciones como semana santa o carnaval, tal vez comprobemos que son mínimas en cuanto al volumen de la población potencialmente expuesta a riesgo. El punto álgido en esta última hipótesis lo constituye el daño a terceros que son precavidos o responsables, y que deben sufrir las consecuencias de un puñado de irresponsables que circulan por carreteras, calles y avenidas.
De acuerdo a lo que es ya previsible en el mensaje de estas líneas parecería que todo conduce al lugar común de decir que es un asunto de conciencia nacional. Y cuando decimos esto, inexorable e inevitablemente, nos conducimos a la conclusión que el mal no tiene remedio. La pregunta es cómo evitar que puedan manejar vehículos los embriagados irresponsables. También esta conclusión y esta pregunta se la hacen en cualquier lugar del mundo.
Para el Estado es demasiado difícil poder detectar a tiempo a las personas potencialmente peligrosas y tomar medidas hacia ellos. Y aún siendo posible sería más complicado aplicarlas y hacerles seguimiento.
Sancionar a quienes expenden licor a personas en evidente pérdida de su propio control es algo imposible aún en el supuesto que el consumo se haga en locales donde el irresponsable permanece por un buen rato.
Incentivar a parientes, parejas, padres, hijos o amigos para que cuiden o impidan consumir licor a quienes están en situación de riesgo es lo que más o menos se ha hecho casi siempre y resulta difícil en el mejor de los casos, sobretodo si también ellos consumen aunque sean responsables, y en el peor de los casos puede constituir un problema mayor de otra índole.
Y si seguimos analizando lo que se hace en esta materia, veremos cómo se desmorona una por una cualquier solución conocida.
Pero quienes manejamos el optimismo para todo pensamos que se puede hacer mucho. Y eso corresponde al Estado. O fundamentalmente al Estado. Soluciones que en realidad ya existen y soluciones nuevas: 1°) La suspensión o revocación de la licencia de conducir es una de ellas. Pero en Venezuela la aplicación de esa medida es absolutamente inexistente. Es más, lo digo tal cual es, una mamadera de gallo. Por un lado alguien mata a una persona en forma irresponsable, sale en libertad y al día siguiente está manejando otra vez. Aquí si se puede hacer un seguimiento. Y se deben atender las denuncias que hagan los ciudadanos sobre la violación de la suspensión o revocación. Bastaría el señalamiento anónimo, quedando a la autoridad comprobarlo. 2°) El bolsillo, todo lo que tiene que ver con el bolsillo funciona de alguna manera. Quien cause daños a los bienes públicos tiene que pagarlos hasta el último cenntavo, buscando por supuesto una fórmula de no perjudicar gravemente al núcleo familiar. Aquí nunca se ha dado nada de esto. Ningún funcionario público jamás ha hecho nada en firme en esta materia. Arranquemos y veamos. 3°) Intervenir en cada celebración, fiesta, show, concierto, etc. de manera gradual, orientándolas a que el consumo del alcohol no sea el fin en sí mismo de la jornada, además de mantener adecuada vigilancia y hacer que las autoridades requieran las licencias de conducir (partiendo del supuesto que se aplique lo señalado antes). 4°) Estimular a familiares y parientes para que en forma anónima denuncien a quien consideran gravemente expuesto a causar daños a la sociedad en general o terceros en particular. 5°) Facultar a los organismos locales, ahora los Consejos Comunales, para que adopten , medidas preventivas, de orientación o represivas a los comunitarios en situación de riesgo. La imaginación es infinita y es el estado quien debe pensar en ello.
Por lo pronto, ponderando los pro y los contra de la ley seca adoptada para esta semana santa, aún cuando se haya hecho sin la suficiente participación y dada la gravedad del flegelo, hay que apoyarla. Pero esperamos muchos más del estado venezolano, en defensa sobretodo de quienes pueden sufrir las consecuencias de los irresponsables.