Desde tiempos que ya mi memoria no puede ubicar me ha apasionado oír a las personas de quienes disiento, a los adversarios, a quienes piensan distinto. Seguramente por eso tuve, tengo y tendré la vocación de abogado. El alma de un abogado necesita de un adversario.
He allí que siempre leo y veo todo cuantos ellos escriben o dicen por cualquier medio de comunicación social, ahora internet. Se alimenta uno espiritualmente. Bastante.
De uno de esos ejercicios oigo a una persona calificarse de "blanco ojos azules pero que ama a los negros ". Eso, en el contexto de sus reiteradas opiniones en tal sentido, lo convierte en un ser humano noble, generoso, de amplitud social.
Pero sea como sea eso no es más que una impostura o falsedad. No creo que haya aunque sea una sola línea escrita para justificar que los de una raza amen a los de otra. Y si la hay debe tener su puesto seguro en cualquier basurero.
La tolerancia y el respeto a los seres humanos debe tener su fuente en que son precisamente eso: seres humanos.
Sería absurdo negar que las razas tienen su propia identidad en cualquier sentido y estar a gusto con la que se tiene (y no querer tener ninguna otra) no es racismo sino algo natural, incluso identificable con principios esenciales de la vida. El tan repetido racismo que se le pueda atribuir, por ejemplo, a los árabes o los chinos por su tendencia a asociarse y casarse entre ellos, no es generalmente más que una vocación natural de supervivencia. Excepcionalmente sí podría serlo.
Decir "soy blanco pero amo a los negros" revela un sentido como de primacía en el cual tiene prioridad una forma de desprendimiento por aceptar a los negros, que no es otra cosa que un sentimiento verdaderamente racista.
Decir " amo a los negros" por parecer una persona generosa es una hipocresía que no tiene en cuenta que en Ruanda unas personas de raza negra mataron a más de un millón de personas de su misma raza o que oculta los actos de barbarie de Idi Amin y tantos otros.
Es la misma falsedad de Eduardo Galeano cuando vocifera contra los gringos que "vuelven puré" (según sus propias palabras) a aquellas personas que ellos bombardean con sus aviones, pero no piensa lo mismo cuando quienes bombardean y vuelven puré a los seres humanos son aquellas con los cuales él comulga ideológicamente.
Ahora resulta que en nuestro país tiene que estar claro que unos son blancos, otros negros, otros indígenas, unos son mestizos y quién sabe cuántas clasificaciones más se elaborarán. Todos frente a los demás y con personas tan "generosas" que son capaces de aceptar a los otros a pesar del color que tienen en la piel. Así son las cosas.
Ninguna nación empezará a hacer bien nada mientras esté metida en ese laberinto.
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