El siguiente es el texto de la respuesta de Alberto Aranguibel a mis comentarios publicados en este blog el día 16-12-2007 sobre su artículo "GANO EL ANTICOMUNISMO", publicado en "Ultimas Noticias" el pasado viernes 14 de diciembre. Opto por hacer una transcripción total, pues así se conserva mejor el texto, para lo cual él me ha autorizado. Le agradezco al nombrado columnista su generosidad por responder a mis inquietudes y pronto escribiré otras líneas, en la seguridad que estamos haciendo un ejercicio democrático verdadero por nuestro país. Este es el texto de su respuesta:
"Escribo fundamentalmente para agradecer su amable comentario. El tiempo que usted ha dedicado no sólo a leernos, sino a madurar una muy bien estructurada reflexión sobre las ideas que ahí expresamos, está en perfecta correspondencia con el elevado sentido de responsabilidad que nos mueve al escribir esas líneas (en las cuales el mayor esfuerzo es tratar de articular algo medianamente coherrente en tan poco espacio), con la sola salvedad de dos asuntos que quisiera ver si es posible incluir en su blog con carácter de una modesta réplica de mi parte. En primer término, que en ningún momento quise expresar ahí que la propuesta de reforma constitucional presentada al país por el presidente Chávez, era en modo alguno una propuesta de corte comunista. Eso lo colidió usted de forma bastante forzada, si me lo permite decir así, porque lo que supone el sentido genérico que utilicé es que el imperialismo ve (no ahora, sino desde hace casi un siglo) en todo aquello que no le convenga a su ideario capitalista una amenaza diabólicamente comunista y que en ese sentido orienta su maquinaria propagandística (mejor conocida como "la industria del cine y la televisión"). La referencia era directamente a lo demencial de políticas como el llamado "macartismo", que persiguió y reprimió en el siglo XX a cientos de miles de ciudadanos de ese país en una cacería de brujas perversa y fascista como la más inhumana inquisisión, de lo cual hoy quedan profundas secuelas en los países de su esfera económica y comunicacional (entre los cuales somos, lamentablemente, uno de los más directamente afectados).Luego quisierea aclarar lo del "miedo". De ninguna manera pretendí expresar en ese breve texto la idea según la cual la propuesta era presentada como mecanismo de coacción o de presión sobre la sociedad, basada en el recurso del terror como instrumento. Al miedo al que hago referencia, perfectamente clara, es al que inoculan las campañas anticomunistas en la gente (la oposición venezolana, por ejemplo, que desde hace más de ocho años es víctima permanente del terror que se les inyecta desde los medios privados de comunicación). No puede torcerse la intención de una idea expresada con la mayor honestidad en la forma en que usted lo hace. Lo correcto, si es que es verdad que usted quiere ser igualmente honesto, es que desarrolle usted su propuesta sin adulterar lo que el autor que usted analiza ha escrito. Si la fuerza de su argumento es la que usted considera, entonces no debería tener problema alguno de credibilidad. De otra forma, lo que hace es reforzar lo que desde siempre se ha dicho de la oposición sin que ella pueda desmentirlo; que su única propuesta es la mentira y el engaño.
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