Todo el parque nacional Henry Pittier y particularmente los espacios que se observan en las carreteras a Ocumare y Choroní, son paradisíacos. Los libros de cualquier parte del mundo hacen referencia a los ejemplares de flora y fauna que allí se consiguen, el clima y ríos. Investigadores de todo el planeta han incursionado allí en busca de la investigación y la contemplación de la naturaleza.
En Rancho Grande, vía Ocumare, quedó como testimonio de ese amor por ella, el sacrificio del joven inglés Andrew Field, con un sendero bautizado con su nombre, quien murió al desprenderse de lo alto de un árbol en el que había instalado un observatorio para investigación científica.
Los automovilistas que allí pasan siempre en grandes cantidades, sobretodo los fines de semana, narran siempre sobre el privilegio de andar por allí. Pero muchos de ellos son los que hacen esto que se ve en la foto. Pocos minutos después de haber tomado esta foto el sábado 15 de junio en la tarde, se bajó una señora de una camioneta y fue directo a contribuir con la basura de barranco, justo al lado del famoso restaurante que tiene allí más de cinco décadas. Cuando nos vió se devolvió y fue hacia el basurero ubicado a pocos metros. ! Que flojera la de la ciudadana !. Pero pasó la pena de ser descubierta.
Usted puede recorrer estas carreteras de punta a punta y observará miles de males ejemplos como este, a los lados de la vía, donde no se ven. ! Que hipocresía y que falsedad !. Luego salen a hablar de las maravillas de la zona y toman fotos muy bellas que mandan por internet para que el mundo se muera de envidia por la belleza de ese parque.
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