Nuestros hijos, nuestra democracia, nuestra sangre en manos de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
Fuera de la decisión que el país espera de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en cuanto al asunto de la reforma constitucional hay muchas otras opciones, pero ninguna es más segura que esa. Inclusive, una decisión posterior a un posible referendo aprobatorio que eventualmente lo anule, tal como sostienen algunos juristas, es en mi opinión de mucho riesgo.
La decisión es ahora. Es antes del referéndum. Y debe ser definitiva, contundente.
Solamente hay dos opciones posibles, reales, hablando desde un punto de vista objetivo:
O se declara sin lugar la convocatoria a la reforma y se anula el referéndum.
O se declara con lugar la convocatoria y se permite la realización del referéndum.
Dentro de esas dos opciones, jurídicamente hablando, sólo puede prosperar la primera.
Es algo que no tiene duda, es algo meridianamente claro, inobjetable, que la reforma propuesta por el Presidente de la República es inconstitucional porque viola la estructura fundamental, los principios fundamentales, la esencia de la Constitución de 1999.
En este momento, los magistrados de la Sala Constitucional no tienen ninguna duda al respecto. Ninguno tiene la más mínima duda de esa inconstitucionalidad.
Siendo así ya deberían haber aprovechado cualquier demanda y sin entrar en formalidades pueden acudir al fondo del asunto y decidir lo que no tiene ninguna duda.
La espera puede obedecer a varias razones. Una es la oportunidad en que haya una suficiente comprensión de esa realidad.
En el fuero interno de cada magistrado ( o de algunos de ellos) puede estarse elaborando la forma de decírselo al país. O de medir las consecuencias para todos de ese resultado.
Todos están en un callejón con una sola salida, cual es la declaratoria de inconstitucionalidad. Pero la realidad es de una dimensión que puede generar en algunos ( y el problema es en qué cantidad) la tentación de buscar otros caminos.
Decir que la reforma y su convocatoria es constitucional es algo inimaginable. Sería un golpe de Estado inclusive contra ellos mismos como órgano judicial supremo. No. Luce imposible que se vayan por allí.
¿ Qué puede ser lo que resuelvan hacer?
Ese es el objetivo de estas especulaciones, que nos pueden servir de alerta:
1) Declarar las demandas inadmisibles, improponibles o cualquier otra fórmula para no entrar al fondo del asunto y dejar que se lleve a cabo el referéndum. En esta ocasión luce poco probable.
2) Buscar la manera de optar por el aplazamiento del referéndum bajo la violación de algún derecho constitucional, es simplemente demorar más el asunto, luego de lo cual tendrá necesariamente que pronunciarse alguna vez sobre la constitucionalidad o no del mismo. Es riesgoso pero es una salida.
3) Señalar que la iniciativa del Presidente fue modificada y que lo procedente no era que la Asamblea Nacional lo hiciese, sino que se le devolviera la solicitud a aquel para que la modificase o la retirase. El TSJ podría ordenar que se hiciese esto. Esta opción debería incluir una declaratoria de inconstitucionalidad de todo cuanto agregó la Asamblea Nacional a la reforma, circunscribiéndola a los 33 artículos originales.
4) Declarar que la Asamblea Nacional aprobó la iniciativa de reforma y que se deben tener como no incorporadas las modificaciones que se le hicieron, ordenando que se haga el referéndum sólo sobre aquella iniciativa original.
5) Podría darse el caso que se declarara parcialmente nula por inconstitucionalidad la reforma y su convocatoria, señalándose aquellas normas propuestas que son claramente inconstitucionales y que no irían a referéndum, luego las que claramente no lo son ( y ciertamente las hay), y tercero permitir que se pueda votar sobre alguna o algunas normas propuestas en las que podrían hacerse consideraciones jurídicas elásticas para salvar algunos de los grandes objetivos que persigue el solicitante de la reforma. Sería un verdadero malabarismo jurídico.
Podrían hacer más especulaciones pero serían cada vez de menor peso. Ya de por sí estas se ven frágiles, acomodaticias, débiles. Sólo hay la salida indicada. Es muy sencillo.
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
Fuera de la decisión que el país espera de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en cuanto al asunto de la reforma constitucional hay muchas otras opciones, pero ninguna es más segura que esa. Inclusive, una decisión posterior a un posible referendo aprobatorio que eventualmente lo anule, tal como sostienen algunos juristas, es en mi opinión de mucho riesgo.
La decisión es ahora. Es antes del referéndum. Y debe ser definitiva, contundente.
Solamente hay dos opciones posibles, reales, hablando desde un punto de vista objetivo:
O se declara sin lugar la convocatoria a la reforma y se anula el referéndum.
O se declara con lugar la convocatoria y se permite la realización del referéndum.
Dentro de esas dos opciones, jurídicamente hablando, sólo puede prosperar la primera.
Es algo que no tiene duda, es algo meridianamente claro, inobjetable, que la reforma propuesta por el Presidente de la República es inconstitucional porque viola la estructura fundamental, los principios fundamentales, la esencia de la Constitución de 1999.
En este momento, los magistrados de la Sala Constitucional no tienen ninguna duda al respecto. Ninguno tiene la más mínima duda de esa inconstitucionalidad.
Siendo así ya deberían haber aprovechado cualquier demanda y sin entrar en formalidades pueden acudir al fondo del asunto y decidir lo que no tiene ninguna duda.
La espera puede obedecer a varias razones. Una es la oportunidad en que haya una suficiente comprensión de esa realidad.
En el fuero interno de cada magistrado ( o de algunos de ellos) puede estarse elaborando la forma de decírselo al país. O de medir las consecuencias para todos de ese resultado.
Todos están en un callejón con una sola salida, cual es la declaratoria de inconstitucionalidad. Pero la realidad es de una dimensión que puede generar en algunos ( y el problema es en qué cantidad) la tentación de buscar otros caminos.
Decir que la reforma y su convocatoria es constitucional es algo inimaginable. Sería un golpe de Estado inclusive contra ellos mismos como órgano judicial supremo. No. Luce imposible que se vayan por allí.
¿ Qué puede ser lo que resuelvan hacer?
Ese es el objetivo de estas especulaciones, que nos pueden servir de alerta:
1) Declarar las demandas inadmisibles, improponibles o cualquier otra fórmula para no entrar al fondo del asunto y dejar que se lleve a cabo el referéndum. En esta ocasión luce poco probable.
2) Buscar la manera de optar por el aplazamiento del referéndum bajo la violación de algún derecho constitucional, es simplemente demorar más el asunto, luego de lo cual tendrá necesariamente que pronunciarse alguna vez sobre la constitucionalidad o no del mismo. Es riesgoso pero es una salida.
3) Señalar que la iniciativa del Presidente fue modificada y que lo procedente no era que la Asamblea Nacional lo hiciese, sino que se le devolviera la solicitud a aquel para que la modificase o la retirase. El TSJ podría ordenar que se hiciese esto. Esta opción debería incluir una declaratoria de inconstitucionalidad de todo cuanto agregó la Asamblea Nacional a la reforma, circunscribiéndola a los 33 artículos originales.
4) Declarar que la Asamblea Nacional aprobó la iniciativa de reforma y que se deben tener como no incorporadas las modificaciones que se le hicieron, ordenando que se haga el referéndum sólo sobre aquella iniciativa original.
5) Podría darse el caso que se declarara parcialmente nula por inconstitucionalidad la reforma y su convocatoria, señalándose aquellas normas propuestas que son claramente inconstitucionales y que no irían a referéndum, luego las que claramente no lo son ( y ciertamente las hay), y tercero permitir que se pueda votar sobre alguna o algunas normas propuestas en las que podrían hacerse consideraciones jurídicas elásticas para salvar algunos de los grandes objetivos que persigue el solicitante de la reforma. Sería un verdadero malabarismo jurídico.
Podrían hacer más especulaciones pero serían cada vez de menor peso. Ya de por sí estas se ven frágiles, acomodaticias, débiles. Sólo hay la salida indicada. Es muy sencillo.
1 comentario:
Hey... Tengo una tareita para ti en mi blog... Date una vueltica por alli... : )
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