El programa "La Hojilla" que conduce Mario Silva tiene múltiples facetas. Un mismo televidente, esté o no identificado con el gobierno actual, puede encontrar en ese programa muchos puntos de coincidencia (incluso extremas) y a la vez de rechazo (incluso extremas). El conductor del programa dice tener muy claro esto, agregando que no le importan las consecuencias de sus dichos.
Su única confesa solidaridad absoluta es con el Presidente, la cual defiende a ultranza. El Presidente, por su parte, ha expresado puntualmente que ese programa es en buena medida una vocería suya.
Yo lo veo como demócrata practicante de muchos años, lo cual me lleva a centrarme en 3 aspectos: 1°) Por lo que tiene de vocería del gobierno más allá de las formalidades o de los actos oficiales, pues nos aclara muchas cosas, ideas, intenciones, expectativas, fortalezas y debilidades, etc.; 2°) Por todas aquellas ocasiones en que nos presenta información que podemos evaluar y que de no ser por ese medio no las conoceríamos; y 3°) porque nos permite calibrar o apreciar lo que piensan y hacen personas que no están en función de gobierno, pero están de su parte.
Quizás estos aspectos no representen para mi un porcentaje muy alto del programa pero nos satisface contar con ese material. Lo que desagrada, lo que no tiene utilidad para mi, etc. lo apartamos. Lo aprovecho, pues, en su exacta dimensión.
A las personas partidarias o no del gobierno que me preguntan la razón por la que veo ese programa les digo dos cosas: 1°) Una muy sencilla que es que todos tenemos que oírnos, en cualquier circunstancia y 2°) Los abogados hacemos un hábito de vida, una razón de vida, oír todo cuanto podamos. Expresarse, para nosotros, es un arte. Y después mos formamos criterio para tomar ´la vía que consideramos conveniente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario