sábado, 13 de septiembre de 2008

29.59


Me siento satisfecho con lo que he sido, sin invocar objetivos altisonantes o tenidos como tales. Creo que aprendí lo que quería aprender y hacer lo que podía hacer con lo aprendido. Alguna vez ví otras metas y fui tras ellas. Alcancé algunas, a otras renuncié y a otras me fue imposible llegar, fundamentalmente porque necesitaba superar barreras humanas que me requerían un precio muy grande por ello.
Un día me preguntaron que si era un triunfador y dije que sí. Pero, en verdad, nunca he pensado bien sobre lo que eso significa.
Ahora sí sé que lo soy. Durante cinco mañanas de las siete de cada semana salgo a ejercitarme de tantas formas que he aprendido durante más de 5o años. Son treinta minutos. Cuando el reloj cronómetro señala que han pasado 29 minutos y 59 segundos, estoy (estás) apenas a un segundo de un triunfo diario, que se hace permanente y te abre todo lo que quieras. ´El mundo te parece infinito y tu fortaleza también. Este sí es un objetivo pleno, único, total.
Y no se puede decir más que eso. Hay que vivirlo para entenderlo.

1 comentario:

Profeballa dijo...

Yo hasta ahora no lo logro... ojalà pueda pronto.

saludos lo felicito