jueves, 31 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: Fuente U.C.V.


Esta fuente es un símbolo que identifica a nuestra Universidad Central de Venezuela, núcleo Maracay. Es el sitio de convergencia hacia las facultades de Ciencias Veterinarias, a la izquierda, y de Agronomía, a la derecha. Siempre atendida y restaurada. Conservando su aspecto tiene ahora algunas modificaciones en el jardín aledaño. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

miércoles, 30 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja. Al lado de "El Globo".


Llegamos en la raya para preservar este mínimo recuerdo de lo que quedaba de una vieja construcción en el centro de Maracay, concretamente en la calle Mariño llegando a la Miranda, cerquita de lo que fue la famosa esquina de "El Globo". No sé que funcionaba allí, aunque parece más bien una casa de familia. Ojalá los más viejos de Maracay nos hagan aportes para alimentar la historia de estos lugares. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

martes, 29 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja. 10 de diciembre. Barrio El Carmen.

Avenida 10 de diciembre. Esa es una esquina hacia el interior del Barrio "El Carmen", emblemática zona de Maracay, siempre a punto de ser demolida según las autoridades para hacer otro tipo de construcciones, pero el barrio resiste. En esa misma cuadra a mano izquierda está la famosísima "Heladería América". Foto colección Vicente Amengual Sosa.

lunes, 28 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: Páez con Sánchez Carrero.

En una ciudad que ha cambiado tanto en todo aspecto, resaltamos que esta esquina que se ve allí se mantiene exactamente igual, inclusive con los mismos colores y el mismo nombre comercial. Es una mueblería de amigos árabes. Hacia la parte izquierda sí se han producido muchos cambios. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

domingo, 27 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: Santos Michelena con 5 de julio.

La calle que se ve a lo largo es la Santos Michelena. Donde están los vehículos a mano izquierda está hoy día la Funeraria Municipal (Funcemar). Al fondo, donde está la construcción de color verde está la calle Sucre. En verdad, aquí han habido pocas modificaciones y las que se han dado están a mano izquierda. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

sábado, 26 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: Malariología.

No he tenido jamás la oportunidad de conocer a fondo interiormente esta edificación. Pero lo poco que he visto es de una gran belleza. Po fuera, también lo es. Aquí funcionó por años la única sede de una dirección ministerial fuera de la ciudad de Caracas, dedicada a la malariología, endemias rurales y vivienda rural. Está diagonal a lo que es hoy la Gobernación, en Avenida Bermúdez, al lado del Cuartel Páez. Es también uno de los lugares emblemáticos de Maracay. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

jueves, 24 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: La Capilla.


Esta capilla , ubicada entre las calles Mariño y Santos Michelena, estuvo cerrada por muchos años, abandonada, casi en ruinas. La mañana de un domingo, en la que andaba en la labor de fotografiar lugares de Maracay, encontré un boquete en la pared por la parte de la calle Santos Michelena. Un juerguista del sábado nocturno la derribó con su vehículo. Había escombros, muebles deteriorados y unos papeles viejos regados en el suelo. Años después se construyó en el lugar el Centro Comercial La Capilla, el cual se hizo respetando íntegramente los espacios de la pequeña capilla y restaurando el altar que allí vemos, en fin, reviviéndola totalmente. Pero a esa capilla no le fue adosada la contrucción del centro comercial. Se la reconstruyó con su salida al exterior, su techo y sus paredes originales dentro del mismo centro. También tiene acceso desde el interior del Centro Comercial. Algo verdaderamente meritorio. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

miércoles, 23 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: 19 de abril con Mariño.

Esa construcción que se ve allí es muy emblemática de Maracay. Está en el cruce de la avenida
19 de abril con la calle Mariño. Esa isla no existe hoy día y se puede transitar en vehículo desde la Mariño en ambas direcciones. Los árboles aún viven. Para la época de la foto (1975) creo que todavía la construcción era la sede del I.P.S.F.A., hoy día es de Ipostel, y tiene actualmente más o menos el mismo aspecto. La construcción que está al lado izquierdo (pared blanca) dió paso a lo que es hoy el Centro Comercial La Capilla. Enfrente de la construcción por el lado de la calle Mariño está el antiguo Hotel Moro, del cual ya dimos noticias en este blog. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

domingo, 20 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: El Ateneo de Maracay.

Ubicado entre la Avenida 19 de Abril y la calle Santos Michelena (que es la que se ve aquí). En la época de la foto estaba todavía habilitada la vía de la izquierda para el tránsito de vehículos, hoy es un bulevar. Al frente (desde donde se tomó la foto) está la sede de las "Agustinas Recoletas", a la cual perteneció la madre María de San José (más antes aún fue el Ministerio de Guerra y Marina, en época de Gómez). A mano izquierda está hoy día el Centro Comercial La Capilla. El Ateneo ha sido reformado desde entonces (1975) muchas veces, inclusive una reciente que lo mantiene en muy buen estado. Fotos colección Vicente Amengual Sosa.

sábado, 19 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: El Hospital Civil.

Esta foto se tomó antes de la inauguración del Hospital Central de Maracay. Era su Hospital Civil, frente a la plaza Bolívar, entre avenidas Miranda y Bolívar, cercano a la sede de la Gobernación y de los Cuarteles de Maracay. Si mal no recuerdo, fue la foto con la que comencé esta colección de unas 500. La cámara no era mía sino de mi compadre Omar Aldana, quien estuvo conmigo los días iniciales de la colección. En esa foto, o él no apuntó bien o yo no supe quitarme a tiempo y alli estoy agarrado del poste. Todavía funcionan allí servicios médicos, ahora especializados. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

jueves, 17 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: Cuartel Páez.

Como sabemos, Maracay es una ciudad de gran importancia militar para todo el país. Pero, además, por haber sido en la práctica la sede del poder durante la dictadura del General Gómez, éste construyó cuarteles y sedes militares por todos lados. Como construcciones son realmente bellas. Este es el Cuartel que se encuentra en plena Avenida Bolívar, frente a la Plaza del mismo nombre, la que tiene enfrente la sede la Gobernación del Estado Aragua. Para la época de la foto estaba pintado de amarillo, hoy día de azul. En su interior se han hecho importantísimas remodelaciones y construcciones para diversos servicios militares. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

miércoles, 16 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: Antiguo Hotel Moro.


Esta construcción está ubicada en el cruce de la Calle santos Michelena con la calle Mariño ( la de la Catedral). A la derecha en la foto de arriba está hoy día el Centro Comercial " La Capilla" y en el terreno que se ve ahí está "Banesco". En la parte de enfrente, en la foto de abajo, está hoy día la plaza Bicentenaria. Todos los edificios que estaban alli fueron demolidos. Ese fue hace muchos el Hotel Moro, luego recuerdo que fue la sede una compañía de seguros y en la actualidad se construye una unidad médico quirúrgica para el cáncer de mamas. El interior de esa construcción es verdaderamente sobrio y muy hermoso. En la parte trasera tiene jardines y una fuente. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

martes, 15 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: Una protesta.


Ya en una entrega anterior presentamos las casas de madera que había donde está hoy la Torre Venaragua. Era un terreno con muchas de ellas y árboles viejísimos. Un uen día empezó la demolición de las casas y la tala de los árboles. Cuando los ciudadanos comprendieron que llegaba el fin de aquel hermoso lugar, fijaron la valla que allí se observa donde dice "Protestamos por este crimen" con la flecha acusadora. La foto fue tomada desde el Ateneo de Maracay. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

lunes, 14 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja. Estadio Julio Bracho.

Este Estadio está prácticamente igual en la actualidad, al menos en la fachada. Dentro tiene hoy día nuevas instalaciones. Fue por muchos años la principal cancha de fútbol de Maracay. Allí se jugó un campeonato nacional de fútbol de primera categoría en los años 60. Está entre la Avenida Constitución y la calle 10 de diciembre, en las adyacencias del Barrio El Carmen. Los últimos días de cada año se celebra allí un encuentro de fútbol entre los más viejos futbolistas del Estado Aragua. En la edición del año 2007 se esparcieron allí las cenizas del gran amigo "Perico" Pérez, gran futbolista, fallecido en los últimos meses del año pasado. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

Testimonios de la Maracay vieja:frente plaza San Juan.

Esta foto se tomó desde la plaza San Juan. Es el cruce de la calle Libertad con la calle que conduce a la Avenida que va a "El Limón". Dicen que el gobernador Didalco Bolívar compró ese fondo de comercio, la Cervecería Fransua (la casa no, es del abogado Mario Tovar Blanco) para poder instalar la Comisaría de Policía que funciona allí actualmente. 20 puntos por esa decisión. Ahora hay mejor presencia policial en la zona. Hacia atrás, al otro extremo de la plaza está el conocido Restaurante Villa Madrid. La plaza ha sido remodelada totalmente y en forma muy positiva. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

domingo, 13 de enero de 2008

Testimonio sobre la Madre María de San José: Pasaje Catalán.

Entre las dos paredes después del poste, donde se ve el afiche , estaban (aún están) las hileras de viviendas que constituyen el Pasaje Catalán. Esto es en la calle Páez de Maracay. Sería bueno que alguien nos contara la historia de esas viviendas similares a algún tipo de construcción en Cataluña, España. Tiene la palabra el cronista de Maracay o alguien como Oscar Zerpa, periodista interesado en estos temas. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

sábado, 12 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: Miranda con Mariño.

Tal como lo anunciamos en la entrega inmediatamente anterior a esta, colocamos una foto que enseñe esta esquina desde la parte opuesta a la de esa última foto. Esa casona está diagonal a la "Farmacia La Fé", de la cual se ve el toldo en la parte superior derecha de la foto. A la izquierda de la casona está esa vieja construcción todavía en pie que constituyó los famosos "Telares de Maracay" y también la sede de lo que fue Cadafe y hoy Elecentro. Al lado de la casona, donde se observa un poste, estuvieron oficinas sedes de esos Telares de Maracay. Esta empresa emblemática de Maracay ha pasado por toda clase de trances laborales y cuantiosas denuncias de corrupción. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

viernes, 11 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: Farmacia La Fé.

Este es el cruce de la calle Mariño con la avenida Miranda. La próxima foto que publicaremos será a la inversa, para que se haga una idea y vea la casa que está a la derecha, al lado del poste. La Farmacia "La Fé" fue muy emblemática de aquellos tiempos y enfrente, detrás del vehículo a la derecha, la no menos famosa y tradicional "Casa de los Vinos"(si amplía la foto verá el nombre del negocio) . El dueño de la Farmacia, no recuerdo en este instante su apellido, llegó a ser Preisdente del Colegio de Farmacéuticos del Estado Aragua. A mano izquiera de la farmacia, en la otra cuadra, está la Catedral y la Plaza Girardot. Fotos colección Vicente Amengual Sosa.

jueves, 10 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja: Centro de recreación de la época del General Gómez.




Estas fotos corresponden a lo que fue un centro de recreación muy importante en la época del gobierno del General Gómez, el cual usaba la alta clase política y social. Se ve allí la piscina. Está en la Avenida Las Delicias, al lado del Zoológico. Ya para 1975, año de la foto, estaba en total abandono. La foto de abajo evidencia que la construcción era de cerámicas muy finas (llamadas azulejos). Fotos Colección Vicente Amengual Sosa.

Testimonio de la Maracay vieja. Avenida Miranda.

No me corresponde la autoría de esta foto tan bonita. Como dije en otra entrega, forma parte de unas que me regaló mi amigo David Chirinos, quien las recibió de un tío suyo. Me las hicieron llegar, porque saben que tengo una vasta colección de fotos de Maracay.
Calculo que debe ser de mediados de los años sesenta. El edificio que se ve a mano izquierda es el del Banco Italo ( hoy esta allí una dependencia del Estado, luego de ser recuperado por Fogade en la crisis financiera de los años 80). Esa construcción es de primera calidad, con mármol italiano. Allí tuve mi bufete por varios años.
Como saben, la esquina al fondo es el cruce con la calle Mariño, donde está la Catedral de Maracay. A mano izquierda, donde se ve un aviso de una editorial, funciona desde hace muchísimos años la muebleria "Samy".
Esta calle tiene desde hace muchos años un sentido de tránsito de vehículos inverso al que aparece en la foto. Los números de los teléfonos, de apenas 4 números, dicen mucho de la antiguedad de esta foto. Al lado del Banco siempre ha habido joyerías. Allí estaban las dos del señor Pajak, fallecido hace muchos años. Fotos colección Vicente Amengual Sosa.

Testimonios de la Maracay vieja.Comienzo calle Boyacá.

Al fondo está la Avenida 19 de abril y se ve el semáforo que permite el acceso a este inicio de la calle Boyacá. Todas estas construcciones fueron demolidas y dieron paso, en el mejor de los casos, a locales comerciales, pero algunas quedaron como terrenos para estacionamiento y nada más. Donde está el poste a mano derecha estaba lo que fue conocido como el "Cada" (los supermercados). Hoy todavía funciona allí uno de otra compañía. Al fondo el cerro "El Calvario". Hacia el lugar donde se tomó la foto está hoy el Boulevard "Pérez Almarza". Año 1975. Foto Colección Vicente Amengual Sosa.

miércoles, 9 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay Vieja: La antigua P.T.J.

La foto fue tomada en un día lluvioso. Es la antigua sede de la P.T.J. es la calle Santos Michelena cruce con calle Carabobo de Maracay. Es una construcción hoy demolida y allí está un estacionamiento de una cadena de Farmacias. Foto Colección de Vicente Amengual Sosa.

Testimonios de la Maracay vieja. Vargas con Rivas.

En la época de la foto (1975) funcionaba allí una carnicería. Hoy es el bufete del Abogado Oswaldo Durán. A la derecha, a mitad de cuadra, están los tribunales civiles y mercantiles, antes los penales. Derecho está la avenida 19 de abril y las casas que allí se ven dieron paso a la moderna sede del Banco Provincial ( al lado del edificio que allí se observa). A la izquierda, frente a la carnicería, están los grandes bloques de apartamentos de Inavi, de más de 40 años de construidos. Foto Colección Vicente Amengual Sosa.

martes, 8 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja. Boyacá con Ayacucho.

Esta calle viene desde la Avenida 19 de abril y donde fue tomada la foto hace cruce con la Avenida Ayacucho. En el edificio que se ve al lado del poste funcionó por varios años la sede de la Fiscalía del Ministerio Público. Todas las casas que está a mano derecha después del poste fueron demolidas y hay allí locales comerciales. Foto colección Vicente Amengual Sosa.

lunes, 7 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja.El Cine Aragua.


Ubicado en la calle Independencia del Barrio Santa Ana, a una cuadra de la Avenida Bermúdez. Foto año 1975. Ya el tiempo se lo llevó . Colección Vicente Amengual Sosa.

domingo, 6 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja. Calicanto.


Esta casa quedaba frente a la Maestranza César Girón, haciendo esquina con la segunda transversal. Por esta calle, tiene enfrente está estación de radio. Poco tiempo después de tomada la foto fue demolida.

sábado, 5 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja. Panadería El Sol.


Hace mucho tiempo esta era una de las panaderías famosas de Maracay, la Panadería El Sol. Para la época de la foto, año 1975, aún la tenía. Cruce de la calle Miranda con la calle Sánchez Carrero. Gracias a las personas que se han comunicado con interés por estas fotos. Las seguiremos publicando.
Hay un dato: En un carro que me robaron hace muchos años estaba toda la descripción de las calles y esquinas de las fotos. De modo que las he reconstruido a punta de memoria. Cuando no las pueda identificar lo haré y pido a cualquier bloguero su aporte para hacerlo. Es la memoria de la ciudad.
Revisen este blog todos los meses de aquí en adelante, que siempre las incluiré junto con otros temas. Si las amplían se observan otros detalles. Colección Vicente Amengual Sosa.

LA INTELIGENCIA CONDENADA A MUERTE.

Me encuentro, por pura coincidencia, en un salón administrativo del área de post grado en Derecho de una Universidad del interior del país. Tiene como unos cuarenta metros cuadrados y apenas si hay espacio para un pequeño escritorio con la silla del funcionario y una para visitantes. Mientas espero caigo en cuenta de estar rodeado de folletos apilados en orden, desde el suelo hasta casi la mitad de la altura del salón. Cuando llega la persona que debe atenderme, le pregunto con curiosidad por aquel material y me contesta que se trata de los trabajos de los post grado que han concluido ese año. Lo repito internamente con pausa: los tra-ba-jos de los post gra-do que han con-clui-do e-se a-ño. (Debo haberle agregado una vulgaridad estridente a la sorpresa).
Súbitamente me viene a la memoria que uno de los más reconocidos juristas venezolanos me comentó, hace más o menos 15 años, que en cada post grado que él participaba en cualquier lugar del país, se elaboraban tesis de grado brillantes o sobresalientes y que sólo servían para que su autor obtuviese el certificado correspondiente, luego de lo cual irían a parar, en el mejor de los casos, a un archivo donde morirían lentamente en el olvido. Inclusive, recuerdo que me habló de un trabajo excelente de derecho penal militar.
Imagínese ahora, señor lector, si usted hace acopio de todas las tesis universitarias en todas las áreas del conocimiento de todos los pregrado y post grados del país, a qué cifra descomunal podría llegar todo ese talento perdido. Las tesis que logran salir a la luz pública lo consiguen de milagro. Se pierden muchos valores. E, inclusive, las que no tienen tantos méritos o son incompletas, podrían ser corregidas. Personalmente, tengo como uno de mis libros sagrados en materia jurídica, un trabajo de post grado de un destacado jurista venezolano, evidente excepción en esta situación.
La verdad es que esto no le interesa a nadie. Ni al Estado, ni a las mismas Universidades, ni a los Colegios Profesionales ni a la gran mayoría de los propios autores de las tesis, puesto que estos se rinden ante la indiferencia de quienes están obligados a capitalizar y difundir esos recursos.
Absorto todavía en la contemplación de aquel material que pronto será condenado a muerte, pienso en tres cosas más: 1°) Después todo el mundo se molesta porque cientos de venezolanos, que luego aparecen en los medios de comunicación social de todo el mundo como valores de la cultura o de la ciencia, se han ido del país a trabajar y ser reconocidos ( y mejor tratados en términos económicos, vamos a ser sinceros); 2°) Que una cantidad significativa de padres apenas le ven a sus hijos una mínima desteza física, aspiran y luchan porque llegue a ser un gran deportista profesional. Y si algo hace bien, le caen encima docenas de eso que llaman "scout" en el béisbol y sus similares en otros deportes; y 3°) Que es por aquí, por la cultura y la educación, donde empieza una verdadera transformación social o revolución. Es decir, por unos folletos que deberían ser semillas y no unos papeles condenados a botar en el olvido un polvillo que le producirá alergia a quienes algún día los ensaquen para botarlos. Vicente Amengual Sosa.


Me encuentro, por pura coincidencia, en un salón administrativo del área de post grado en Derecho de una Universidad del interior del país. Tiene como unos cuarenta metros cuadrados y apenas si hay espacio para un pequeño escritorio con la silla del funcionario y una para visitantes. Mientas espero caigo en cuenta de estar rodeado de folletos apilados en orden, desde el suelo hasta casi la mitad de la altura del salón. Cuando llega la persona que debe atenderme, le pregunto con curiosidad por aquel material y me contesta que se trata de los trabajos de los post grado que han concluido ese año. Lo repito internamente con pausa: los tra-ba-jos de los post gra-do que han con-clui-do e-se a-ño. (Debo haberle agregado una vulgaridad estridente a la sorpresa).

Súbitamente me viene a la memoria que uno de los más reconocidos juristas venezolanos me comentó, hace más o menos 15 años, que en cada post grado que él participaba en cualquier lugar del país, se elaboraban tesis de grado brillantes o sobresalientes y que sólo servían para que su autor obtuviese el certificado correspondiente, luego de lo cual irían a parar, en el mejor de los casos, a un archivo donde morirían lentamente en el olvido. Inclusive, recuerdo que me habló de un trabajo excelente de derecho penal militar.

Imagínese ahora, señor lector, si usted hace acopio de todas las tesis universitarias en todas las áreas del conocimiento de todos los pregrado y post grados del país, a qué cifra descomunal podría llegar todo ese talento perdido. Las tesis que logran salir a la luz pública lo consiguen de milagro. Se pierden muchos valores. E, inclusive, las que no tienen tantos méritos o son incompletas, podrían ser corregidas. Personalmente, tengo como uno de mis libros sagrados en materia jurídica, un trabajo de post grado de un destacado jurista venezolano, evidente excepción en esta situación.

La verdad es que esto no le interesa a nadie. Ni al Estado, ni a las mismas Universidades, ni a los Colegios Profesionales ni a la gran mayoría de los propios autores de las tesis, puesto que estos se rinden ante la indiferencia de quienes están obligados a capitalizar y difundir esos recursos.

Absorto todavía en la contemplación de aquel material que pronto será condenado a muerte, pienso en tres cosas más: 1°) Después todo el mundo se molesta porque cientos de venezolanos, que luego aparecen en los medios de comunicación social de todo el mundo como valores de la cultura o de la ciencia, se han ido del país a trabajar y ser reconocidos ( y mejor tratados en términos económicos, vamos a ser sinceros); 2°) Que una cantidad significativa de padres apenas le ven a sus hijos una mínima desteza física, aspiran y luchan porque llegue a ser un gran deportista profesional. Y si algo hace bien, le caen encima docenas de eso que llaman "scout" en el béisbol y sus similares en otros deportes; y 3°) Que es por aquí, por la cultura y la educación, donde empieza una verdadera transformación social o revolución. Es decir, por unos folletos que deberían ser semillas y no unos papeles condenados a botar en el olvido un polvillo que le producirá alergia a quienes algún día los ensaquen para botarlos. Vicente Amengual Sosa.

viernes, 4 de enero de 2008

Testimonios de la Maracay vieja. El ferrocarril.


La foto de abajo fue tomada por el autor de este blog en 1975. La de arriba me la regaló un amigo que sabe de la existencia de la colección que tengo y que no sabe nada la misma, sino que la tomó un tío. Por tanto, no puedo aportar dato sobre ella, sobretodo la diferencia en tiempo que hay entre una y otra, la cual es notable.
Creo, sin embargo, que la calle es la misma. En la de abajo se observan las casas que pertenecían al ferrocarril. Detrás de ellas estuvieron los rieles y en el mismo sentido de la calle, entre lo que hoy es la Avenida Constitución y la calle donde se encuentra la sede la Masonería Aragueña. Ese es un cruce con la calle Vargas. En ese lugar, hoy día, hay un conjunto residencial de varias torres, con locales comerciales.
Maracayeros que lean este blog o que sean contactados por quienes lo lean, pueden ayudarnos a ubicar la foto de arriba. Al final , a mano derecha, parece que se ven unos chaguaramos, que son los árboles que hoy día siguen frente al templo masónico. Eso pudiese significar que la foto de arriba fue tomada un poco más lejos de la de abajo, puesto que, justamente, frente a estas casas de la foto de abajo deben estar esos mismos chaguaramos. Fotos Colección Vicente Amengual Sosa.